BIENVENIDOS A LA RONDA DEL VIGILANTE

viernes, 22 de enero de 2010

El intrusismo en la seguridad privada se dispara con la crisis

laverdad.es, 18/01/10 - Albacete

Las multas, que pueden alcanzar los 600.000 euros, se duplicaron en 2009

El intrusismo ha sido siempre un problema en el sector de la vigilancia privada. Pero con la crisis se ha agravado. Las empresas meten la tijera a sus gastos y terminan contratando personal sin habilitación para que hagan las funciones de vigilancia. No están preparados, pero resulta más barato. Lo que quizás no sepan es que se enfrentan a multas pueden alcanzar los 600.000 euros.
La fórmula a la que recurren son las llamadas empresas de servicios, detrás de muchas personas que trabajan como guardas, auxiliares de servicios, auxiliares de seguridad, controladores de accesos o conserjes, lo que hay son intrusos que ejercen unas labores de seguridad que la Ley de Seguridad Privada sólo permite realizar a los vigilantes habilitados por el Ministerio de Interior.
Sólo pueden llevar porra y grilletes y lucir la placa blanca con letras en rojo los vigilantes que estén autorizados. Y éstos sólo deben hacer las funciones que le encomienda la ley no están, por ejemplo, para supervisar una caldera de calefacción o recoger los carritos del supermercado. Lo suyo es vigilar para garantizar la seguridad.
Para ser vigilante de seguridad es necesario superar una formación en un centro reglado, en Albacete hay tres. Y después aprobar un examen que hace el Ministerio de Interior, donde se ponen a prueba los conocimientos del vigilante y su preparación física, además de aportar el oportuno reconocimiento médico. Superadas esas pruebas, que se hacen en Valencia, ya se tiene la habilitación para trabajar como vigilante, pero no pueden hacerlo directamente, sino que estos profesionales tienen que estar contratados siempre a través de una empresa.

Bajos sueldos

El sueldo de un vigilante no es que sea para tirar cohetes, poco más de 1.000 euros brutos al mes fija el convenio, aunque aquellos que hacen horas extras o trabajan por las noches pueden ganar algo más, hasta unos 1.200 euros si trabajan ocho horas nocturnas, apuntan fuentes sindicales. Pese a ello, recurrir a personal sin habilitación sale más barato, pues un auxiliar no cobra más allá del salario mínimo interprofesional, 633 euros brutos mensuales por doce pagas.
«Nosotros hacemos infinidad de denuncias, pero no es fácil demostrar que alguien que está como conserje al mismo tiempo hace de vigilante», explica Francisco Marcos Salvador, delegado de CC OO en este sector, que resalta la voluntad de la Policía Nacional por evitar la presencia de estos intrusos, pero se queja de la falta de medios para ejercer un mayor control policial.
Este control es cosa de la Unidad Provincial de Seguridad Privada, cuyo responsable, el subinspector jefe, Sebastián Sotos, hace todo lo posible por acabar con el intrusismo en este sector. Siempre que conocen un posible caso, allá que se presentan y no dudan, por ejemplo, en simular un robo para comprobar si aquel que está en la puerta como conserje, a la hora de la verdad ejerce como vigilante, una prueba que les sirvió para demostrar un caso de intrusismo en una perfumería de la capital hace poco.
El subinspector jefe advierte a las empresas de que si en uno de estos controles son 'cazadas', «no les va a compensar» el ahorro de costes, «porque a quien incumple la norma, se le sanciona» y las multas van desde los 30.000 hasta los 600.000 euros.
«No tenemos un afán recaudatorio, lo que queremos es que las empresas funcionen lo mejor posible», recalca este responsable policial, por eso antes de llegar a la sanción se suele hablar con las empresas para apercibirles de que no están actuando debidamente.
La decisión última de si se impone o no una multa es cosa de la Subdelegación del Gobierno, pero el subinspector Sotos destaca la «buena sintonía» que existe entre la policía y la autoridad gubernativa. Sólo el año pasado se impusieron 12 sanciones por intrusismo, el doble de las que solían ser habituales. Uno de los casos de intrusismo más grave se detectó en Albacete hace unos tres años, en pleno boom del ladrillo, en las obras de urbanización de la barriada construida en torno a la Facultad de Medicina. Tras una fuerte campaña de inspecciones, la Policía Nacional terminó deteniendo y enviando a prisión al cabecilla de un clan gitano que presionaba hasta conseguir que los contratasen como vigilantes en las obras.
En la provincia de Albacete habrá unos 500 vigilantes privados en activo. Y entre la crisis y estos casos de intrusismo cada vez lo tienen más difícil para encontrar trabajo.

Mucho paro en el sector

Empresas que cierran; fábricas, centros comerciales o establecimientos públicos que optan por recortar en horas de servicio e instalaciones donde directamente se opta por prescindir de la vigilancia personal y confían toda su seguridad a otros sistemas. «Quito el vigilante y dejo la alarma y si me roban, pues mala suerte, recurro al seguro, es lo que piensan algunos», explica el subinspector Sotos, que añade que si esto se hace en Albacete es porque la provincia es bastante segura y no tiene un nivel excesivo de robos.
Sólo un ejemplo, hasta no hace mucho, todos los huertos solares tenían un vigilante, ahora casi ninguno cuenta con la presencia física de estos profesionales.
Por eso el paro está tocando de lleno a este sector, y que según CC OO, hasta las administraciones públicas están recortando horas de servicio en su vigilancia. Si hasta hacer poco más de un año, las empresas de vigilancia andaban como locos buscando profesionales habilitados, ahora eso no sucede, «me atrevería a decir que de los más de 300 vigilantes nuevos que se habilitaron el año pasado, no ha trabajado ninguno», acierta a decir el subinspector Sotos, que señala el punto de inflexión en enero de 2009. Y el número de vigilantes en paro aumenta no sólo porque haya menos trabajo, sino también porque muchos parados han visto en este oficio una posible salida a su situación -debido, además, a que se les ofertan cursos subvencionados para formarse en este campo-, de tal manera que si antes las promociones de vigilantes eran de 30 personas, ahora son de 80.
Atrás quedaron los tiempos en los que hablaba de un déficit de 20.000 vigilantes en toda España, -de eso hace unos tres años-, que llevaba a pedir a las empresas un cambio legislativo que permitiese entrar a los inmigrantes extracomunitarios en la seguridad privada.

Muere el vigilante que recibió una paliza en la planta fotovoltaica

diariodesevilla.es, 22/01/10 - Sevilla

José Antonio Jiménez Ceferino, de 32 años, fallece casi dos meses después de ser agredido brutalmente en Marchena por una banda de delincuentes del Este

El vigilante de seguridad que fue brutalmente agredido por una banda de delincuentes en la planta fotovoltaica de Marchena el pasado 25 de noviembre murió este martes en el Hospital Virgen del Rocío, donde pasó los dos últimos meses de su vida tratando de recuperarse de la gravedad de sus heridas. El vigilante, José Antonio Jiménez Ceferino, de 32 años, fue enterrado ayer por la tarde en el cementerio municipal de Camas, la localidad en la que residía, después de un funeral celebrado en la parroquia Nuestra Señora de la Fuente.

Jiménez Ceferino, empleado de las empresas Omega y Seguridad Uniformada S. L., fue asaltado por un grupo de delincuentes que irrumpió de madrugada en la planta fotovoltaica para robar cables de cobre. El vigilante se encontraba solo en las instalaciones, situadas a unos cuatro kilómetros del casco urbano de Marchena, y recibió una brutal paliza que ha terminado costándole la vida. Los asaltantes le golpearon con una dureza extrema hasta el punto que llegaron a clavarle un punzón en el ojo. Esta herida hizo que posteriormente desarrollara un absceso o infección en el cerebro. Además, el trabajador sufrió fractura de cúbito y radio, fractura de la órbita ocular y un traumatismo craneoencefálico como consecuencia de los numerosos golpes recibidos.

Los delincuentes dejaron al vigilante malherido y esposado con sus propios grilletes en la planta fotovoltaica, donde fue encontrado a primera hora de la mañana. Posiblemente creyeron que estaba muerto y se llevaron su teléfono móvil y su coche, que apareció quemado en un paraje cercano.

La Guardia Civil continúa buscando a los agresores y cree que se trata de una banda de delincuentes de Europa del Este, posiblemente de Rumanía. A los investigadores llegó incluso a sorprenderles la brutalidad empleada por los asaltantes, que se enfrentaron a un hombre desarmado. La asociación Vigías informó ayer de que la Unidad Provincial de Seguridad Privada de Sevilla le concederá al vigilante, a título póstumo, la mención honorífica de tipo A por "poner su integridad física en peligro en beneficio de los ciudadanos y los bienes bajo su custodia".

El sepelio de Jiménez Ceferino congregó a numerosos vecinos de Camas y a muchos compañeros del sector. La noticia de su muerte ha abierto el debate sobre las irregularidades existentes en la seguridad privada, sobre todo en materia de contratación y en la dotación de armas al personal.

CCOO acusó a la Subdelegación del Gobierno de no facilitar armas de fuego a los vigilantes para servicios como el que prestaba Jiménez Ceferino. "Se encontraba solo y con unos grilletes y una defensa como únicos elementos de protección", dijo la secretario de Actividades Diversas de CCOO, Mercedes Santoja. El Sindicato de Trabajadores de Seguridad también denunció la paradoja que sufre el sector. "Es la inseguridad de la seguridad", expuso Antonio Fernández, representante de este sindicato.

Detenido en Bilbao tras agredir a un vigilante de seguridad cuando robaba varios pares de zapatos en un comercio

europapress.es, 20/01/10 - Bilbao

Un joven de 22 años de edad fue detenido ayer en Bilbao tras agredir a un vigilante de seguridad cuando robaba varios pares de zapatos en un comercio de la capital vizcaína, según informó la Ertzaintza en un comunicado.

Los hechos sucedieron alrededor de la una menos cuarto de la tarde cuando la Policía vasca fue informada de que, en un establecimiento comercial ubicado en el centro de la capital vizcaína, tenían retenido a un individuo al que habían sorprendido robando.

El sospechoso fue visto introduciendo varios pares de zapatos en una bolsa preparada para eludir los sensores de alarma y, al verse sorprendido a la salida, había comenzado a golpear al vigilante. Finalmente, tras un forcejeo se había podido interceptar su huída.

Según confirmó el personal de la tienda, en el momento del robo, éste se encontraba acompañado de otro individuo que se dio a la fuga sin poder ser retenido.

Los ertzainas procedieron a identificar al joven, comprobando que se encontraba indocumentado y fue detenido acusado de un delito de robo con violencia. El arrestado fue después trasladado a dependencias policiales.

"Estoy vivo de milagro; no salí del furgón y eso me salvó del atentado de los Grapo"

laopinioncoruna.es, 17/01/10 - Vigo

"Recordar todo otra vez va a ser muy duro". El único vigilante de seguridad que sobrevivió al brutal atentado terrorista de los Grapo a un furgón blindado de Prosegur ocurrido en Vigo en mayo del año 2000 se enfrenta a una difícil semana. Y es que casi diez años después de aquel fatídico atraco, Manuel Espada Pérez será uno de los testigos claves del juicio que comienza mañana en la Audiencia Nacional contra los siete acusados de una acción delictiva que conmocionó a la ciudad. Ante el tribunal, tendrá que recordar un asalto que le costó la vida a los dos compañeros que viajaban con él en el vehículo.

Un momento difícil que espera que al menos sirva para que se haga justicia, no tanto por él sino sobre todo por los fallecidos. "Yo me quedé dentro del furgón y eso fue lo que me salvó; estoy vivo de milagro", afirma a LA OPINIÓN A CORUÑA este profesional, en cuya hoja de servicios consta otro trágico episodio en el que volvió a esquivar a la muerte. Seis años antes del atentado de los Grapo logró reponerse a las nueve puñala- das que recibió en un sangriento atraco en una sucursal bancaria viguesa.

Aunque sabe que nunca podrá borrar de su mente el atentado ocurrido aquel fatídico día de mayo en plena carretera provincial de Vigo, Manuel Espada quiere intentar pasar página. Igual que su esposa, con la que tiene un hijo en común. "Lo hemos pasado muy mal y mi marido no va a olvidar en la vida lo ocurrido, porque es muy duro ver como matan a dos compañeros delante tuya", afirma esta mujer, que no ve "lógico" que el juicio se celebre después de casi diez años. "Después de tanto tiempo hay que volver a remover todo...; se tardó demasiado", opina.

A este vigilante de seguridad le cuesta hablar del asalto mortal. A algunas preguntas responde con un largo silencio. "Es muy duro, ahora prefiero no hablar de eso", dice. Los autores, que se enfrentan a penas que suman más de 900 años de cárcel, colocaron bombas lapas activadas por control remoto que hicieron frenar el furgón. Después iniciaron una "ensalada" de tiros -en palabras de los testigos- que acabaron con la vida de dos de los dos vigilantes que iban con Manuel en el transporte blindado, el conductor Gonzalo Torres Lage, al que le faltaban sólo dos años para jubilarse, y el copiloto Jesús Sobral, un joven de 31 años. Ambos salieron del vehículo y fallecieron víctimas de los disparos. Manuel Espada quedó dentro. Y eso le salvó la vida. "En el juicio tengo que declarar el martes -en la segunda sesión-, pero no sé qué podré decir, porque no vi nada", afirma este vecino de Vigo, que en el asalto resultó herido en un brazo, pero a su vez pudo repeler el ataque y herir a uno de los asaltantes. Meses después, fue condecorado por el Ministerio del Interior con motivo de la celebración del día de los Ángeles Custodios de la Policía Nacional.

Heridas psicológicas

Las heridas físicas de aquel atentado terrorista no fueron graves. Pero sí las psicológicas. No tuvo fuerzas para asistir al entierro de sus compañeros, durante meses permaneció a tratamiento psicológico y tardó casi un año en poder reincorporarse de nuevo a su trabajo. Pero pese al atentado de la Carretera Provincial y al atraco bancario en el que resultó gravemente herido, no se planteó dejar una profesión de vigilante de seguridad que continúa ejerciendo en la actualidad.

"Llevo toda la vida en esto, desde los 20 años, y es lo que me gusta; soy de los que piensa que si te tiene que pasar algo, te va a ocurrir igual", explica. Ahora, aguarda que en el juicio que arranca mañana se impongan las máximas penas posibles. "A los dos compañeros que iban conmigo los conocía bien; en Vigo no somos muchos empleados y teníamos un contacto especial", recuerda. Y es que Manuel sólo quiere justicia para ellos: "Yo estoy vivo, pero mis compañeros ya no están aquí".

Vecinos «alarmados» por la retirada de la seguridad privada en Saralegi

elcorreodigital.com, 16/01/10 - Bilbao

Vecinos de Saralegi se sienten «alarmados» por la supresión el pasado 31 de diciembre del servicio de vigilantes jurados contratados en verano de 2008 -en virtud de un acuerdo del Gobierno vasco con el Ayuntamiento- para tratar de evitar los «continuos actos vandálicos y agresiones protagonizados por dos familias conflictivas, muy numerosas, que fueron realojadas en la zona». Aseguran que estas personas «no se han enmendado en absoluto» durante el año y medio que ha habido seguridad privada para evitar incidentes en portales, garajes y otras zonas comunes. «Se han frenado los destrozos y las agresiones, pero los problemas de convivencia y las amenazas siguen siendo diarias», admiten los portavoces de Labetxo, la asociación ciudadana del barrio.
«¡Cómo estarían las cosas para que nos pusieran vigilantes, eso no se ha visto en ningún sitio! -claman-. Y ya nos avisaron de que era una medida temporal, pero lo lógico es que antes de quitarla comprobasen si la situación está arreglada del todo, y no es así», censuran. Para ellos, la decisión se ha basado únicamente en «criterios económicos».
A su juicio, el llamado 'grupo interinstitucional Saralegi' -formado por el Gobierno vasco, el Ayuntamiento de Bilbao y la Diputación-, creado para el seguimiento de estas familias conflictivas, «no está controlando la situación como debiera». Y no sólo se refieren a su malestar por la eliminación de vigilantes: «No sabemos por qué tienen tanta manga ancha con ellos. Reciben ayudas sociales y, según nuestra opinión, no cumplen con el convenio de inclusión». Este 'contrato' supone que los perceptores de las subvenciones se comprometen a ciertas responsabilidades, como buscar empleo o asistir a cursos, para acceder al mercado laboral y salir adelante por sus propios medios. «Aquí todo el mundo sabe cómo es esta gente y cómo actúa. Y los políticos, también -aseguran-. ¿Por qué si no el Ayuntamiento ha quitado un banco que había en una isleta donde se juntaban? Porque allí se formaban unos grupitos...».
Además de los problemas que causan estas dos familias, la asociación Labetxo urge al Ayuntamiento a reforzar la seguridad ciudadana en todo el vecindario, debido a la gran cantidad de delitos que se comenten en la zona. «Tráfico de drogas, prostitución, gente con armas de fuego... hay de todo», lamentan.

Unos gamberros incendian una discoteca de Vila al tirar petardos

diariodeibiza.es, 15/01/10 - Ibiza

Un grupo de adolescentes increpó a un perro y le arrojaron artefactos explosivos que cayeron al interior del local, que estaba cerrado - Un vigilante de seguridad les sorprendió y huyeron

Unos gamberros, posiblemente un grupo de adolescentes, incendiaron la madrugada del jueves de la semana pasada parte de la discoteca Somni de Vila al tirar petardos al interior. El local estaba cerrado, por lo que no hubo que lamentar víctimas, aunque sí algunos daños materiales de diversa consideración, según la información facilitada por el dueño del establecimiento.

Al día siguiente, 8 de enero por la mañana, el propietario formuló una denuncia en la comisaría de la Policía Nacional, cuyos agentes han comenzado una investigación encaminada a detener al grupo de vándalos.

Durante la temporada de invierno la discoteca Somni, ubicada en el paseo de ses Pitiüses de ses Figueretes, sólo abre los viernes, sábados y vísperas de fiesta por la noche, por lo que el día de los hechos, jueves, el local estaba cerrado. Un vigilante de seguridad controla la zona y un perro de raza rottweiler, propiedad del dueño del club, también suele estar atado en la parte de arriba, que alberga un hotel, cerrado en invierno.

Fue precisamente el animal el origen de la «broma». Un grupo de chavales comenzó a tirar petardos al perro, que es bastante viejo. Se dio la circunstancia de que uno o varios de los artefactos explosivos cayeron al interior de la discoteca a través de los orificios de un aparato de aire acondicionado.

El vigilante llamó a los bomberos

El vigilante de seguridad dio el alto a los adolescentes, que huyeron. Quince minutos después este hombre escuchó el ruido de otro petardo y comenzó a salir humo con olor a plástico quemado, por lo que decidió avisar a la Policía y a los bomberos, que sofocaron el incendio sobre las tres de la madrugada.

El dueño de la discoteca explicó ayer que hubo mala suerte, ya que uno o varios de los petardos cayeron en la zona donde está ubicado el guardarropa, en el que habían quedado al menos dos chaquetas olvidadas por los clientes.
Las prendas comenzaron a arder y las llamas se extendieron a los restos de los adornos navideños que estaban depositados al lado, bolas y árboles de Navidad, sobre todo.

El fuego afectó también a dos mesas, varios taburetes, dos cristaleras, un letrero luminoso de gran tamaño y a las paredes del local. El propietario ha aprovechado el suceso para cerrar la discoteca unos días y pintar de nuevo todo el establecimiento.

A pesar de que el dueño tenía previsto efectuar estas obras de remodelación, lamenta que ahora se vea obligado a hacerlo de inmediato debido a la «gamberrada» de unos chavales.

Un vigilante de una empresa de Idiazabal, grave tras ser agredido por un ladrón

diariovasco.com, 13/01/10 - San Sebastián

El vigilante de seguridad de una empresa de Idiazabal resultó herido grave como consecuencia de una agresión por parte de un individuo que accedió al recinto industrial con el propósito de robar. La víctima sufrió varios golpes en la cabeza con una maza y cortes en la cara y en un brazo.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del día de Reyes. Sobre las 3.00 horas, el vigilante de la empresa Ampo, de Idiazabal, sorprendió a un presunto ladrón cuando revolvía en unos armarios de una de las dependencias del edificio. Tras verse descubierto, el delincuente se enfrentó al guarda, a quien agredió con un mazo de hierro en la cabeza. Posteriormente, le hirió con un cúter en el brazo y en la cara.
Fuentes consultadas señalaron que el guarda logró escapar y esconderse en otra dependencia, desde donde pudo llamar por teléfono al centro de coordinación de emergencias. El herido, empleado de la firma de seguridad Eulen, fue evacuado en una ambulancia al hospital de Zumarraga donde fue intervenido. La Ertzaintza investiga el caso.