BIENVENIDOS A LA RONDA DEL VIGILANTE

viernes, 9 de agosto de 2013

Los vigilantes de Serramar dan el sí a las denuncias en Trabajo y al fin de horas extras

Reanudarán sus protestas frente a la Delegación en septiembre si la situación persiste. La plantilla de vigilantes de seguridad de Serramar aceptaron ayer no realizar más horas extraordinarias de aquí en adelante. Como ya publicó El Faro en su edición de ayer, los continuos impagos de sus nóminas se extiende también a las horas extraordinarias que deben realizar al mes, por lo que “si no las vamos a cobrar, no las vamos a hacer”.
En la asamblea general que celebraron los trabajadores, en turno de mañana y tarde, en la sede de la UGT Melilla, en la plaza Primero de Mayo, también acordaron pasar a la acción y comenzar a poner las denuncias correspondientes contra la empresa en la Inspección de Trabajo para reclamar sus salarios. Ya para el mes de septiembre, se plantearán reanudar las concentraciones de protesta frente a la Delegación del Gobierno, como han venido celebrando en las últimas semanas, si la situación sigue igual hasta entonces.
En los pasillos del sindicato, los problemas de Serramar y el hecho de que esta semana ningún vigilante melillense haya cobrado su nómina era el único tema de conversación entre los compañeros. Algunos de ellos están viviendo esta situación por segunda vez, pues fueron subrrogados por Serramar, cuando Esabe se fue de Melilla al finalizar su contrato en la Casa del Mar.

Parecidos con Esabe
Los problemas de los trabajadores de la antigua Esabe los siguen arrastrando hoy día, pues la empresa, según comentaron los ex empleados, ha dejado de existir y a pesar de las denuncias presentadas para recuperar su dinero, todo apunta que será el Fogasa quien tendrá que compensar a estos vigilantes de seguridad.
A medida que iban llegando a la sede ugetista más trabajadores, la pregunta siempre era la misma: “¿Habéis cobrado algo?”. Y la respuesta común a todos: “Yo he mirado la cuenta del banco y nada de nada”. El pasado lunes uno de los trabajadores dijo a este diario que algunos vigilantes habían cobrado medio mes de junio, pero desde el martes no ha habido ningún movimiento bancario nuevo. “La cosa se ha vuelto a parar”, lamentó.
El descontento de los vigilantes con la empresa no solamente se ciñe al hecho de no cobrar sus nóminas, les deben junio y julio y las horas extra, sino también con los responsables de Serramar, pues no atienden a ninguna de sus llamadas. “Les llamamos, descuelgan y cuelgan rápido. Así es como nos tratan”, aseveró uno de los trabajadores a este diario.
El secretario general de la UGT en Melilla, Alonso Díaz, fue el encargado ayer de presidir la asamblea general de estos trabajadores, que tuvo una gran respuesta por parte de la plantilla de Serramar. Por la mañana, al menos una veintena de vigilantes acudieron a la cita y por la tarde otros tantos.
Todos ellos aceptaron las tres propuestas que se perfilaron el pasado martes, durante la reunión de la Sección Sindical UGT-Serramar, de cuyo contenido se hizo eco este diario en su edición de ayer. 

Empleados del aeropuerto de Barajas eludían controles y pasaban droga

Dos vigilantes de seguridad, un electricista y un maletero del aeropuerto de Madrid-Barajas se dedicaban a sacar subrepticiamente cargamentos de cocaína, eludiendo los controles fronterizos, formando parte de una organización.
Esta logró así introducir en España numerosos cargamentos de droga, gracias a un constante goteo de envíos desde Sudamérica, según fuentes policiales. A lo largo de las últimas semanas han sido detenidas 18 personas y decomisados 68 kilos de estupefaciente.
Tras una exhaustiva investigación los agentes averiguaron el modo de actuación de la red. Descubrieron que en un primer momento esta captaba a personas, a los que en su argot denominaban caminantes o funcionarios, preferentemente varones españoles o ciudadanos nacionalizados o con residencia legal en España.
De esta manera, dichos individuos eran trasladados a diferentes países sudamericanos como Colombia, Ecuador y Perú, donde los alojaban hasta que estaban en disposición de enviarlos con la droga a nuestro país.
Es así que cuando el caminante salía del aeropuerto de origen, la organización criminal enviaba una foto de esta persona para que el encargado de recoger su maleta en Barajas pudiera identificarlo por su indumentaria y hacerse cargo de su equipaje.
La operación Altitude culminó el pasado 12 de julio con la interceptación de una maleta con 23 kilos de cocaína que había sido transportada por un ecuatoriano desde Guayaquil a Madrid. Así durante los últimos tres meses fueron cayendo diversos camellos y los cuatro empleados de Barajas: el vigilante de seguridad Andrés M. G. (actualmente en excedencia), el vigilante en activo Francisco Javier G. M., el electricista César C. J. y el maletero Janés Alberto L. F., de origen dominicano.

Los juicios contra Esabe por impago, a partir de noviembre

Antes de que finalice este año se celebrarán, al menos, tres juicios en el Juzgado de lo Social de tres ex vigilantes de seguridad de la empresa Esabe Seguridad, que prestó servicio en la Casa del Mar en Melilla hasta el año pasado. Otras tres demandas se verán en el juzgado en enero de 2014. Casi un año después de la marcha de Melilla de esta empresa de seguridad, los ex trabajadores podrán ver si recuperan parte del dinero que Esabe les debe por el impago de sus nóminas. 
Sin embargo, todo apunta a que será el Fogasa quien tendrá que hacerse cargo de parte de la deuda de la empresa con estos trabajadores. Algunos de ellos, que ahora prestan servicio para Serramar en la Casa del Mar, lo comentaban esta semana. Para ellos, la situación en Serramar no es nueva, pues ya vienen arrastrando la misma situación con Esabe.
De hecho, el año pasado también se movilizaron y protagonizaron varias protestas para reclamar sus salarios, pero la empresa le dejó dinero a deber. El Juzgado de lo Social ha admitido a trámite sus demandas y ha señalado los primeros juicios para el próximo noviembre. En total han sido seis citaciones las que publicó el Boletín Oficial de Melilla (BOME) al no poder notificárselas a la empresa, por lo que se hace públicos en el boletín oficial.
Estos vigilantes emprenderán ahora el mismo camino judicial, pero contra Serramar, junto con sus compañeros en el CETI, pues también les adeudan al menos dos nóminas y las horas extraordinarias. El pasado miércoles, en asamblea general, decidieron comenzar a interponer las denuncias ante la Inspección de Trabajo y dejar de hacer horas extraordinarias a partir del lunes.

lunes, 5 de agosto de 2013

La seguridad de la fábrica depende de 20 trabajadores

La fábrica está parada pendiente de que se subsanen los problemas de seguridad detectados. Sólo veinte trabajadores vigilan por su seguridad desde el 6 de marzo, confirma el presidente del comité de empresa. José Ignacio Ronda. Por ley, Antibióticos tiene que contar con seguridad las 24 horas dada su actividad química.

Nadie de la empresa se ha puesto en contacto con los trabajadores desde marzo, fecha de la última reunión para hablar del ERE que estaba en vigor. «Hasta donde nosotros sabemos la empresa es viable, hay pedidos, pero todo depende de que esto arranque». El presidente del comité no quiere dar nombres de las empresas interesadas en hacerse con el timón de Antibióticos «pero hay pedidos para hacer de todo»,
El interés que en mayo mostró el grupo empresarial Gadea, «no es la opción del comité de empresa», asegura Ronda, «sino la de quien quiera Antibióricos. Queremos que se vean todas las posibilidades para dar continuidad a la fábrica sin llegar a la liquidación».

Con la misma historia

El medio centenar de vigilantes de seguridad que Serramar tiene en Melilla sigue sin cobrar. Los retrasos en el abono de las nóminas comenzaron en primavera y por entonces fueron denunciados, primero con la boca pequeña, y luego, cuando el problema ha pasado de puntual a crónico, con protestas frente a la Delegación del Gobierno.
En principio, la empresa de seguridad ha manifestado por activa y por pasiva que tiene intención de pagar cuando el Ministerio de Empleo le abone los cerca de 400.000 euros, que dicen que les deben y que les ingresarán en cuestión de días, según los directivos de Serramar.
Todo apuntaba a que los impagos eran un caso puntual de Melilla, pero resulta que los vigilantes que Serramar tiene en Cataluña se han puesto en contacto con El Faro para compartir su infortunio: Tampoco cobran.
¿Tiene sentido seguir manifestándose frente a la Delegación del Gobierno? Probablemente lo tenga para los trabajadores, pero el caso es que el problema de Serramar se escapa de las manos de las autoridades de Melilla. Bien lo saben desde UGT que tienen la confirmación de que el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes está al día con los pagos a la empresa, pero de lo ingresado en las cuentas de Serramar, sólo dos trabajadores de la ciudad han visto parte de sus nóminas.
¿Qué se hace en estos casos? ¿Se denuncia a la empresa para que no siga adjudicándose contratos públicos o se le retira la adjudicación vigente? Los representantes de los trabajadores creen que esta última opción no es la salida. Para ellos, la solución pasa, de momento, por que la empresa salga adelante, pero pagándoles sus sueldos.
Lo peor de todo es que en el caso de Melilla estamos hablando de trabajadores que, en su mayoría, se encargan de vigilar el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes, que por sus especificidades requiere una entrega total. Es muy duro, además de injusto, trabajar a sabiendas de que no se va a cobrar a fin de mes. Mucho peor aún es que los bancos no entiendan de “retrasos” en el pago de las nóminas porque por eso son bancos y no ONGs. Y aún peor todavía es que estos vigilantes que se levantan cada día para ir a trabajar con la incertidumbre de si cobrarán o no, luego no aparezcan en ninguna lista, ni en las del paro, ni en las de las ayudas para los que no perciben ningún tipo de sueldo... porque su situación es muy distinta.
Poniéndonos en el peor de los casos, si todo se va a pique, se enfrentarán a una larga espera hasta que Fogasa les pague o la Justicia les compense con lo que el empresario dejó de abonarles.
Es la cara amarga de la crisis. En esto, como en los naufragios, no queda otra que esperar un rescate. Sin embargo, desde el Ministerio de Empleo lo tienen claro: Esto es un problema entre los trabajadores y la empresa. 
Los vigilantes de Serramar decidirán qué hacer este miércoles. Mientras tanto, los días corren y los sueldos siguen sin aparecer.

Detenido un joven por agredir al vigilante de un hospital en Cáceres

La Policía Nacional ha detenido en Cáceres a un joven de 35 años, con múltiples antecedentes policiales, como supuesto autor de un delito de lesiones y amenazas al vigilante de seguridad del Hospital cacereño Virgen de la Montaña, al que causó diversas contusiones, con pronóstico grave.
En nota de prensa, la Jefatura Superior de Policía de Extremadura ha informado hoy de que los hechos sucedieron sobre las 21:00 horas del pasado sábado, día 3 de agosto.
En la Comisaría Provincial de Cáceres se recibió una llamada procedente del Centro Hospitalario Virgen de la Montaña, en la que se manifestaba que un paciente estaba muy alterado y mostraba una actitud violenta e intentaba agredir a los facultativos del hospital y al vigilante de seguridad.
Según se indica en la nota, de forma inmediata se personó en el lugar de los hechos una patrulla policial, que se entrevistó con los facultativos de guardia en el hospital.
Los médicos explicaron que sobre las 18:30 horas había ingresado en el centro un hombre con evidentes síntomas de estar bajo los efectos del alcohol o sustancias estupefacientes, por lo que quedó en observación.
Más tarde este hombre comenzó a ponerse nervioso y a alterarse, al tiempo que exigía que cesaran de medicarle y le dieran el alta, llegando a arrancarse la vía del gotero que tenía puesta, e intentando agredir al facultativo que le asistía.
En ese momento, se añade en la nota, intervino el vigilante de seguridad, para tratar de reducirle, por lo que tuvo que esposarle hasta la llegada de la policía.
En esta actuación, no obstante, el vigilante sufrió la agresión del enfermo, por lo que tuvo que ser asistido en el centro médico por cervicalgia postraumática, bursitis postraumática en rodilla izquierda y posible rotura tendinosa y subluxación de hombro izquierdo, con pronóstico grave.
Por todo ello, los agentes procedieron a la detención de este joven como presunto autor de un delito de lesiones y amenazas, ya que no paró de amenazar de muerte al vigilante mientras actuaba.
Posteriormente fue trasladado hasta dependencias policiales para la práctica de las correspondientes diligencias, tras las cuales fue puesto a disposición de la autoridad judicial.